Columna de opinión – Diario ADN
3 de septiembre de 2025
Desde Antioquia y Medellín Cómo Vamos hemos identificado el cambio demográfico como un reto tanto para la ciudad como el departamento, y con la más reciente actualización de proyecciones del DANE se sigue encendiendo una alerta frente al envejecimiento poblacional. Antioquia, con 6,9 millones de habitantes, crecerá solo un 3% en la próxima década y, en 2040, tendrá su primer año con crecimiento poblacional negativo, nueve años antes de lo que se había previsto.
Entre 2008 y 2024 los nacimientos cayeron un 43%, mientras la mortalidad se mantuvo estable. Esto ha transformado la estructura demográfica. En 1985, el 27% de la población era menor de 12 años y apenas el 7% tenía más de 60. Hoy ambos grupos pesan lo mismo, 16%. Para 2050 la pirámide se invertirá: el 28% serán adultos mayores y apenas el 10% menores de 12 años.
Entre tanto, si se comparan las ciudades principales de Colombia por número de habitantes, se observa que Medellín es la segunda ciudad, después de Bogotá, con mayor cantidad de adultos mayores de 60 años (459.088) y es junto a Cali, la ciudad con mayor participación de este grupo etario dentro de su población (18% y 19% respectivamente).
Organizaciones que son referentes en el trabajo con adultos mayores, como la Fundación Saldarriaga Concha proponen estrategias enfocadas en tres ejes: protección social, pues entre 2021 y 2024 la participación laboral de adultos mayores en Antioquia pasó del 25% al 30%, muchas veces por falta de una pensión; educación a lo largo de la vida, que facilite reentrenamiento y nuevas habilidades; e inclusión digital, para cerrar las brechas tecnológicas.
Este panorama no debe verse como un costo social, sino como una oportunidad para repensar nuestras políticas públicas y una planeación que se adapte a una población cada vez mayor. El desafío está en garantizar que esa adultez se viva con dignidad, autonomía y oportunidades.